El Día de San Cayetano se celebra hoy, 7 de agosto. Se trata del patrono del pan y el trabajo, por ello es muy común rezarle para buscar su intercesión en la vida profesional y en la abundancia económica. Este día fue instaurado para recordar a este santo, que fue defensor de los pobres y los enfermos, beatificado por el papa Urbano VIII y canonizado por Clemente X en 1671.
En su día, miles de fieles argentinos se acercan al Santuario de San Cayetano —ubicado en la calle Cuzco 150, en el barrio de Liniers, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA)— para rendirle homenaje y para pedirle por pan, trabajo y salud.
Los fieles o recién llegados a la devoción por San Cayetano pueden acercarse el 7 de agosto al santuario que lo celebra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), más precisamente en Cuzco 150, en el barrio porteño de Liniers. Personas de toda la Argentina, así como muchos fieles de los países limítrofes, acuden a esta iglesia, fundada en 1875 por la Sociedad Hijas del divino Salvador.
Este santuario se volvió el lugar al que miles de personas acuden todos los años para pedir por pan y trabajo, luego de que el párroco Domingo Falgioni, director espiritual de los Círculos de Obreros Católicos, organizara en la década del 30 una pastoral impulsando la veneración del santo como facilitador de empleo y alimento para los carenciados.
Este cura también fue el responsable de crear una estampa de San Cayetano con el niño Jesús y una espiga de trigo, que le dio su condición de patrono del pan y del trabajo. En aquella época signada por el desempleo debido al crack financiero de agosto de 1929, los favores que operaron a partir de la oración a Cayetano hicieron expandir rápidamente la confianza en su intercesión divina.
En el sitio web del Santuario de San Cayetano indican tres oraciones para pedir la ayuda del patrono del pan y el trabajo:
Oración I
¡Oh glorioso San Cayetano! Aclamado por todas las Naciones; Padre de Providencia, porque con portentosos milagros socorres a cuantos te invocan con fe en sus necesidades. Te suplico me obtengas del Señor oportuno Socorro en las angustias presentes y sea ello prueba de la bienaventuranza eterna. Amén.
Santísima Trinidad ¡Oh Divina Providencia! Concédeme tu clemencia, por tu infinita bondad, arrodillado a tus plantas, a Ti portento de toda caridad, te pido por los míos casa, vestido y sustento.
Concédenos la salud, llévanos por buen camino, que sea siempre la virtud que guie nuestro destino. Tú eres toda mi esperanza, eres el consuelo mío, en Ti creo, en Ti confío. Tu Divina Providencia se extienda a cada momento para que nunca nos falte casa, vestido, sustento y los Santos Sacramentos en el último momento.